miércoles, 4 de noviembre de 2009

Dulce y agrio


Empezó pero no acabó. A pesar de hacer por primera vez caso a las quejas del pueblo el Madrid se dejó el trabajo a medias. Un trabajo chispeante en la primera parte pero que se volvió color mate en la segunda. Consuela que antes de saltar a San Siro nadie esperaba que el equipo mostrara la cara de la fluidez. Lo hizo. Cuesta recordar cuando fue la última vez, pero ocurrió. Combinaciones con sentido que no eran de mentira, jugadores permutando posiciones que no esperaban que les llegara el balón, iban a por él (¿tantos días ha costado hacer algo tan obvio?), Kaká jugando en su sitio, cerquita del área, trasteando entre líneas; Lass fue el barrendero sin recreo, Ramos fue jugador por un día aunque sus centros siguen siendo un perro perdido y arriba Benzemá pintó la cara de los que pensaban que era un objeto decorativo. Por unos minutos el Madrid se sintió otra vez rey de Europa. La alegría de ver por fin a un Madrid de verdad fue suerte contraria cuando el árbitro quiso despertar al Milan del letargo. Penaltito de esos para los que no hay leyes escritas.

Pero lo bueno en este Madrid dura poco y la satisfacción tiene pinta de llegar a pasos de Ronaldinho (tortuga). La amenaza de volver a avistar al viejo Madrid europeo se diluyó. No tardaron en aparecer los despistes y con ello la descolocación. Vuelta a la realidad. Pese al bajón el Madrid se mantuvo sobre el puente colgante por el que caminaba en la segunda mitad. Lo del primer tiempo fue la señal de arranque, pero a este equipo le falta mucha gasolina. Entre luces y sombras y con un Pellegrini que abandonó la enajenación de las rotaciones el Madrid metió la primera sin que se le calara. Por una vez salimos de San Siro sin la cara pintada y con la moral regenerada. Los supuestos fósiles del Milan no estaban tan muertos y salieron ilesos de los dos enfrentamientos. Se pudo ganar, se debió rematar. Pero hace solo una semana el Madrid salía abrasado con agua hirviendo de Alcorcón poniendo el proyecto del Floren Team en el punto de mira. Da comienzo la Paciencia 2.0. Un respiro para Pellegrini y para todos si se repiten los primeros treinta minutos de ayer en cada partido. Por cierto, que nadie se pasme si mañana aparece Pepe el Brujo con una pierna rota y la cara partida. Es que ya es casualidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El penalty puede dejar lugar a dudas (para mí sí lo hay, porque cualquier mano despegada del cuerpo dentro del área es penalty)Te recuerdo que al Madrid le pitaron un penalty a favor contra el Villarreal por manos claras de un defensor del Villarreal. Según tu teoría, ese penalty no tendría que haber sido pitado, y no he visto en ningún momento que hayas dicho nada sobre eso...

Por cierto, al Milan le anularon un gol totalmente legal. lo digo más que nada para que digamos todo, no sólo lo que nos interera...