domingo, 3 de mayo de 2009

Real Madrid Refundación C.F

Ni siquiera el Bernabéu sabía como reaccionar ante el chaparrón más humillante que jamás ha caído sobre sus cabezas, a quien verter las culpas, para que lado mirar, ni dónde escupir la impotencia. ¿A unos jugadores vestidos con la palabra carencia que han aguantado hasta el final?, ¿a Juande, un entrenador con fecha de caducidad?, ¿a Boluda, un presidente interino que ni pincha ni corta?, ¿a Calderón, que ya no está?, ¿a Mijatovic, que pinta menos ya que una brocha sin pelo?, ¿al Marca y al As por querer dirigir el club desde la tinta y el papel?, ¿al propio público, que ya no sabe donde agarrarse? El quién, ya es lo de menos.

El próximo presidente del Real Madrid asumirá la titánica tarea de refundar el desfalleciente imperio que su antecesor le deja. Una herencia lastrada por improvisar en un proyecto que nunca ha existido, con una plantilla que ha sufrido una sobrecarga de clase media para olvidar el galacticidio. El mundo galáctico desapareció, pero la clase media se infectó de medianías. El Real Madrid ya no tenía balones de oro en el vestuario como querían muchos, a cambio se nos vendió la mula de la casta, de recuperar valores tradicionales, de los "hombres" y no "nombres", del coraje frente a la "estrellita", de que lo que importaba eran los números y no el juego, olvidando que cuando se juega bien siempre, las victorias acaban llegando. Pero, ¿el fútbol, dónde se metió el fútbol? Se pretendía hacer con Diarras, Higuaínes, Gagos y demás plebe lo mismo que con Ronaldos, Figos y Zidanes. Imposible, obvio. Capello creó esa primera mentira. Schuster la arregló un poco. Nos lo creímos, por el gran poder que lleva la euforia y la cabeza caliente. Nos llevábamos dos ligas, sin quitarle méritos porque las ligas no se ganan todos los días, pero en Europa se demostraba el verdadero nivel que teníamos. La tercera mentira llegaba este año con una liga española devaluada, donde la Premier nos saca los colores. La hegemonía inglesa en la Champions, su otra velocidad para jugar al fútbol, su verticalidad, su competitividad, su hambre, su fútbol total, resolviendo la asignatura que les había alejado de los equipos españoles hace años: aprender a defender. En definitiva, fútbol de quilates, que en España, aunque nos duela, sólo lo practica un equipo.

Ahora ahí está Florentino, quien no se ha manifestado todavía, esperando con un camión de ilusiones bajo el brazo para construir un equipo desde el fútbol, y no sólo desde la casta. Para anular en las memorias la etapa calderoniana y refundar un club que no está herido en su orgullo -porque cojones ya sabemos que no le falta- pero sí en su juego y estilo. ¿Pero cómo lo va hacer? La solución llama a la puerta, pero llega en forma de acertijo porque nadie sabe que hacer. A veces cuando no se tiene nada que inventar lo mejor es copiar. Todo el mundo sabe que necesitamos un Xavi y un Iniesta como el comer. Los hay. Se llaman Xabi Alonso y Cesc. Pero, ¿hay alguna posibilidad de traerlos? El pasto de Chamartín disfrutó durante más de una década del mejor lateral izquierdo del mundo, Roberto Carlos. Ahora un muchacho llamado Evra nos recuerda a él. Desconozco si alguien se ha planteado ficharle, pero si lo hacen, ¿va a querer venirse al Madrid estando en uno de los mejores equipo del mundo? En la banda, Cristiano lleva sonando tanto tiempo ya que a nadie le ilusiona. ¿No es mejor un Rivery que un nuevo Beckham en versión rápida y con los caprichos de un brasileño? Pues no lo sabemos. El que tiene paciencia tendrá lo que quiera. Eso sabemos que en el madridismo es imposible. El Barcelona estuvo 6 años sin ganar nada y se acostumbraron a ello. El Madrid no sabe encerrarse en una cueva cuando las cosas van mal como ha hecho el culé toda su vida. Por eso es tan difícil trabajar en este club, porque ni comen ni dejan comer. ¿Hay algo más complejo que el Real Madrid?

1 comentario:

Anónimo dijo...

PEPE, ANIMO DESDE EL SALVADOR CENTRO AMERICA ESPERAMOS TU RECUPERACION.
¡Hala Madrid!¡Hala Madrid!¡Hala Madrid!