domingo, 4 de noviembre de 2007

Apestoso


Al más puro estilo sevillista. Leña, leña, leña y un poquito de suerte han bastado para que el Sevilla esta noche se llevara el partido ante un Real Madrid que ha perdido el norte al encajar dos goles en apenas dos minutos.

Y es que tan sólo bastaron veinte minutos para ver que los tres puntos de esta noche se iban a quedar en Nervión. El Madrid empezó despierto, sin miedo, con la cabeza en su sitio y queriendo poner el puño sobre el césped para revindicar que lo de Valencia no era un espejismo. Con un toque rápido, vertical y constante los blancos consiguieron hacerse dueños de la pelota. Parecía que el Sevilla iba a estar a espensas del Madrid quien movía el partido al son de sus latidos. Gago y Guti combinaban bien, Robinho entraba por banda con agresividad y Raúl buscaba a Van nistelrooy constantemente. Pues bien, esta teoría se fue al garete en el minuto 20 cuando Keita -que pasaba por allí- consiguía tras un rechace en una jugada aislada perforar la portería de Casilla por donde mas cuesta, la escuadra. Gol que no hacía justicia a lo visto hasta el momento. Pero como la justicia en el fútbol es independiente volvió a castigar al Madrid un minuto después. Pase directo a Kanouté y en el rechace del tiro Luis Fabiano se aprovecha de la lentitud de Metzelder. Fin del partido.

El público encocado hacía retumbar las achacosas gradas del Sánchez Pizjuán. La cara de Schuster más blanca que la primera equipación, y la mía también, claro. Sin haber hecho absolutamente nada el Sevilla ya tenía más que encarrilado el partido.

Luego, lo demás es la lógica del fútbol. El Sevilla fiel a su estilo de equipo guarro trabó el partido como quiso con constantes faltas y rifi-rafes. El público en su salsa. Todo unido al caserío del árbitro -catalán- hicieron que la segunda parte no tuviera sentido jugarla. Menos aún cuando el de negro expulsó injustamente a Ramos para que el íncivico público pudiera despacharse a gusto con la salida del de Camas, y ex-sevillista. Todo un grupúsculo de fatalidades que dejaron al Madrid más tocado que un bacala a las 4 de la mañana.

Schuster se vio obligado a meter a Torres y quitar a Gago en lugar de Diarrá. Con lo cual si la remontada era difícil ahora era una utopía. Un posible penalti a Raúl, que hubiese permitido acortar distancias con tiempo para empatar, fue lo más destacado de esta soporífera segunda parte.

Al margen del partido destacar los incidentes ocurridos en el palco donde al parecer los directivos del Madrid fueron insultados y vejados incluso por los propios directivos del Sevilla. Además la luna del autocar blanco apedreada y dos policías locales en el hospital gracias a los salvajes Biris.

3 comentarios:

Rubén dijo...

Perfecto artículo. No tengo nada que añadir. Lo has dicho todo y muy bien.

La verdad es que tanto el Sevilla como su afición han quedado retratados durante y después del partido.

Un abrazo!

Ángel Martín dijo...

Que asco le tengo a este equipo.

Ya la liaron en el Madrid - Sevilla de Liga del año pasado con una prepotencia chulesca al marcar Maresca.

A ver si les siguen bajando los humos.

Nerthus dijo...

Me sorprende la actitud de tu artículo. Comentas la agresividad con la que jugó el Sevilla, pero se te pasa por alto la agresión brutal de Diarra, el codazo intencionado de Guti, la tragantá de Sergio Ramos. Veo normal que desde tu prisma madridista interpretes unos hechos de una manera, (yo soy sevillista y los veo distintos a tí) pero sabiendo cómo fue el partido y reconociendo que el Sevilla fue agresivo en el juego.(Alves podría haber sido expulsado y a Guti lo lincharon de patadas). Pero que encima digas que el Sevilla es fiel a su juego es bastante aclarativo sobre tu conocimiento del futbol español. El Sevilla desde que se fue Caparros (fijate que ya hace 3 años) no ha jugado de forma agresiva en casi ningún partido exceptuando casos puntuales en los que la ocasión lo necesita. Yo lo que veo en tu comentario es un odio hacia el Sevilla, el cual no lo gro comprender.

Te dejo este comentario sin ningún tipo de acritus, si no dandote mi visión de las cosas desde otro prisma totalmente ajeno al tuyo.

Saludos.