Supercagada

Lo ocurrido hoy en el Bernabéu lastimosamente no hay por donde cogerlo, ni por donde argumentarlo, ni por donde criticarlo. Uno la verdad es que no tiene ganas de hacer ningún comentario ante tal esperpento sufrido. Unos se comen a Schuster, se acuerdan de Capello y culpan al Grupo Prisa (As y Cadena Ser) de ser culpables indirectos de su marcha; otros se acuerdan del nefasto partido de Pepe -con un penalty y una expulsión como colofón-; otros del escaso vagage ofensivo del equipo; de la desaparición completa de Raúl, de la calidad nula de Robinho para zafarse ni una sola vez de los defensas sevillistas, hasta de Casillas por dos posibles cantadas -con la inestimable ayuda de la defensa-; y por supuesto, de la mala suerte. Yo no sé de que ni de quién acordarme, porque todo está dicho pero a la vez nada solucionado.

No será porque no ha habido tiempo para corregir los errores que se han ido produciendo en toda la pretemporada. No será por el tiempo que han tenido para traer nuevos fichajes y compensar la plantilla, mientras otros equipo como el Barsa ya tenían cerrado su equipo a mediados de Julio. No se puede planificar peor una temporada de la forma en la que lo está haciendo el Madrid, desde la élite del club con Calderetas y Gominolo, hasta Schuster, pasando por los jugadores.

Del partido mucho que comentar pero nada nuevo. Que el equipo está descompensado, que faltan buenos jugadores y que sobran muchos. Y sobretodo y lo más importante, que a día de hoy Schuster no tiene ni idea a que jugar. No hay ningún estilo. No hay estrategias. No hay jugadas ensayadas. No hay nada.
Obviamente cuando un entrenador es nuevo pasan estas cosas y hay que darle tiempo, como se le dio a Capello, quien finalmente encontró una forma -juego como el culo, pero gano-. Todavía no sabemos -es demasiado pronto- si a Schuster le queda grande el Madrid, pero esto tiene una pinta nefasta. Y lo de la "flor y la potra" del año pasado no suele ocurrir dos veces.

La verdad que el partido ha tenido tintes de muchísima mala suerte. Cada vez que el Madrid marcaba un gol y esperanzaba al Bernabéu, el Sevilla llegaba y a la mierda todo -con perdón-. Eso sin contar el continuo teatrillo de los palanganas con las continuas pérdidas de tiempo y las ganas que tenían de estar todo el rato tirados por los suelos. Vez que llegaba el Sevilla, vez que marcaba. Era un daño colateral continuo que parecía imposible de frenar. De hecho fue imposible de frenar, ya que cuando el conjunto blanco marcó el empate a 3 , y a falta de 10 minutos había esperanza de hacer dos goles, otra vez la remontada por el desagüe. Los dos goles que necesitabamos nos lo marcaron ellos. Cuando a un equipo le sale todo es lo que tiene. Un Sevilla al más puro estilo "capellista" marca 5 goles en el Bernabéu. Ver para creer.

Y para los que no les apetezca leer, aquí tienen mi resumen de la Supercopa:



Una mierda partida por la mitad. Viva imagen del equipo.