Liderísimo

Victoria práctica, victoria de líder. El Madrid se afianza en la primera posición de la liga con un golpe de autoridad en un campo que ha pasado de ser un infierno a un talismán en apenas tres años, a pesar de su afición. Los leones no cumplieron su amenaza de morder a los blancos y el Madrid aprovechó su acierto goleador con un chicharrazo de Van Nistelrooy y las habituales paradas de "El Santo", justamente los dos ingredientes que le faltaron al Athletic. Mención especial al ambiente infernal vivido en San Mamés, tradicional a la vez que bochornoso. El pobre Iker tuvo que aguantar el lanzamiento de todo tipo de objetos, entre ellos una navaja abierta, del fondo más proetarra de La Catedral y exhibición de las clásicas y repugnantes pancartas de los presos. Lo de la mejor afición de España ya no se lo cree nadie, si es que alguien se lo creyó alguna vez.

Comenzó bien el Athletic, o al menos lo intentó, presionando la línea defensiva del Madrid para evitar la salida del balón. Parece que enseguida se cansaron ya que el Madrid empezó a sentirse cómodo y a mover la pelota sin demasiados problemas. Aún así el Bilbao tuvo en sus botas el 1-0 tras fallo garrafal de Cannavaro al entregar el balón a Casillas. Anticipo de lo que iba a ser la parada de la noche, cuando el de Móstoles metió la manopla en un cabezazo de Llorente quien seguro soñará esta noche con Casillas.

Tras estos dos sustos, los de Schuster tomaron el timón del partido pero sin llegar a arrinconar a los vascos que seguían intentándolo pero sin demasiado acierto. Si que acertó, en el gol anulado a Ramos, la defensa quien tiró bien el fuera de juego dejando al "4" en posición adelantada. Con esto poco se llegó al descanso.

En la reanudación el Madrid echó mano de su "killer" Van Nistelrooy y éste hizo lo propio de su pierna que enganchó un latigazo dejando seco a las redes, a los salvajes de Herri Norte, a las chapelas de los ancianos y a Aranzubia que no supo como parar el misil.

Con el 0-1 las cosas se pusieron en su sitio y el Madrid no pecó esta vez de conformista, aunque sí de fallón. Van Nistelrooy primero tras un tacón de lujo de Raúl, y Robinho después tras un derechazo al palo, perdonaron y dejaron la intriga del resultado hasta el minuto 94. También Llorente puso de su parte en el suspense de la película disparando cruzado delante de Casillas. Lo intentó el Athletic hasta el final más por el empuje de su afición que por el suyo propio, pero finalmente la justicia le dio la cara al Madrid quien una semana más se acostará como lider de primera. Ahora a rezar para que el martes no pase nada raro frente a la Lazio.