¡60 años! ...y los que te queda

Corría el año 47 en un descampado baldío alejado de la villa de Madrid. Un enorme coliseo de hormigón se levantaba a petición de un presidente que había sido elegido 4 años antes. No había manera de llegar en transporte público, pero eso se olvidó pronto. Madrid iba a cambiar en ese momento. La ciudad iba a crecer en torno a un estadio de fútbol que con el paso de los años se ha convertido en leyenda. El Santiago Bernabeú, antiguo Chamartín. Un estadio que en lugar de envejecer se ha rejuvenecido con los años, al igual que sus alrededores. Escenario emblemático de la capital, y sobretodo, espectador de lujo en los éxitos del madridismo. De estilo peculiar, es el único templo del fútbol europeo que guarda en sus vitrinas nueve copas de Europa, y de los pocos grandes estadios que quedan en el centro de su ciudad.

Ha cambiado tanto que ni los más viejos del lugar se acuerdan de cómo era. Ahora hay calefacción, antes no había asientos. Sus alrederores desérticos se han convertido en grandes edificios de negocios, y el propio estadio se ha transformado en un centro de ocio. Antaño, llegaron a caber hasta 125.000 en su primera remodelación, hoy en día unos 80.000. Pero da igual, él sigue ahí, incrustado en Concha Espina y aguantando sus múltiples renovaciones. Con la llegada del Mundial 82 se produjo su segunda gran reforma. Pero sin duda la más importante fue la que se realizó durante los años 90. La tecnología se instauró en ese viejo estadio, la cúal le hizo rejuvenecerse unos cuantos años. Tantos que era casi irreconocible. Crecimiento en vertical con el tercer anfiteatro, fachada nueva, las torres...que ha seguido en los últimos años con nuevos vestuarios, nuevos videomarcadores, calefacción, todos los techos cubiertos, etc. En definitiva, un estadio 5 estrellas que por fin ha tenido su reconocimiento como "Estadio de élite".

Un 14 de Diciembre como hoy hace 60 años Os Belenenses tuvieron la suerte de estrenar éste templo histórico del fútbol. Su primer gol, el madridista Sabino Barinaga.

Muchos dicen que se ha quedado desfasado y pequeño, que hay que construir uno nuevo que albergue más capacidad, pero para los románticos esa idea no nos gusta. ¡Larga vida al Bernabeú!