domingo, 28 de febrero de 2010

Ciclogénesis liguera


Lo que Higuaín toca en liga lo convierte en gol. Mientras por Europa su fusil está encasquillado, lo cierto es que en la competición doméstica los goles soplan a favor. Ha hecho de la liga su bandera y acumula ya cinco dobletes en lo que va de temporada. No está mal para quien hasta hace unos meses no se encontraba en la cabecera del proyecto de Florentino. Lo de las balas mojadas pasó a mejor vida. En otro orden de cosas parecidas, lo que toca Cristiano -da igual la competición- lo convierte en cortés. Jugó para sí mismo, y tan importante, jugó para los demás. La soberanía del Madrid emerge en Cristiano y los tres poderes pasan también por él. Quien crea que no puede crecer más está equivocado. CR no tiene fin ni meta contratada. Su grandeza aumenta a la velocidad de su cuenta bancaria. Ese esplendor se contagia entre sus compañeros. Que se pegue la hermosura ya es más difícil.

No se sabe si estas exhibiciones hacen más bien que mal en el Madrid hasta que el Olympique clave los tacos en el parqué de Chamartín. Porque en esta liga tripartidista (Barça. Madrid y árbitros) sacar pecho no vale de nada. Aunque siempre haya equipos que se salgan del guión el campeonato nacional no sirve para medir el potencial blanco ante situaciones de extrema presión. Porque no hay presión. Los torrentes de elogios se tienen que ganar en la Champions. Hasta ahora lo que España te da, Europa te lo quita.

Casualidades de la vida si el gol de la victoria de Messi ayer se hubiera marcado hace unos años, cuando la norma dictaba lo contrario, el Barça ya no necesitaría recolocar el retrovisor para ver si el Madrid le pilla el rebufo y el entorno culé tendría en la cabeza un símil entre el gol de Valdo y el gol de Sobis hace tres años, ¿se acuerdan? No pasó, aunque no sabemos si las intimidaciones de la verdadera cara de Guardiola hubieran bastado para cambiar esa suerte. Ojeado en otro blog esta opinión, a Pep le pasa como a Prisa, de repente, descubre que la vida no es perfecta cuando se compite en igualdad de condiciones. Nos espera el gurú del villarato. Agárrense que viene Iturralde.

jueves, 18 de febrero de 2010

El miedo escénico castiga a su creador


Se empiezan a escuchar campanas de remontada en las tertulias, acordes del "Juanito maravilla", portadas joviales que intentan arrancar un punto de ánimo en aquellos optimistas bien informados (pesimistas realistas) que han visto esta película más veces que un acomodador y mensajes de calma chica lanzados desde el club para dejar ver que el Madrid todavía no ha muerto. Pero lo único que un servidor oye es el venidero sonido de viento del Bernabéu a dos semanas para el partido de vuelta, el miedo escénico autóctono de unos jugadores que saldrán con la ansiedad de golear sin marcar todavía el primero, de un Lyon que sabrá aprovechar la desesperación blanca para dar el estoque con cómodos punzones, con la ayuda de un Pellegrini sin plan de emergencia para estados de alarma y un Florentino en el palco que no sabrá dónde esconder el ultraje de una plantilla que jamás tenía que haber llegado a esta situación. La de tener que remontar contra un equipo como el Olympique sin haber pasado aun por la piedra de un Chelsea o un Manchester.

El Madrid lleva cinco años pegándose un tiro en el pie cada vez que pisa los octavos y vamos camino del sexto. Las remontadas ochenteras ante Derby County, Anderlecht, Moenchengladbach o Inter quedan borradas de un plumazo cuando en los últimos tiempos el miedo escénico ha dado barra libre a Juve, Arsenal, Bayern, Roma y Liverpool para maltratar la marca europea del Madrid. En Gerland nadie estuvo a la altura para el examen de madurez. Un tumulto de fantasmas del pasado más reciente se volvió a apoderar de unos jugadores, que aunque nuevos en su mayoría, fueron carcomidos por un mal fario producto de no se sabe qué. Hasta con Cristiano y Kaká la vida en octavos sigue igual. El insensato de Pelegrini y sus inventos sacados del inframundo han hecho el resto. Llueve sobre mojado en Europa y esto empieza a dar vergüenza.

lunes, 15 de febrero de 2010

Atleti, el mejor aliado


En el juego psicológico Barça-Madrid no hay que retorcer la realidad más de lo que está. El Barcelona perdió porque ya le tocaba y de las derrotas fijas no se libra ni el Guardiola más perspicaz. Uno que tiene que saber que este Madrid no es el de Juande aunque el de Pellegrini siga siendo imprevisible. Un callejero confuso que le permite al Madrid no destapar sus puntos débiles puesto que cada derrota de este año se ha trazado con una tinta distinta. Los tropiezos del Barça casi siempre son iguales; todos los equipos han profetizado como ganar a los culés, lo difícil es llevar esa idea a la práctica los noventa minutos. Lo cierto es que una fragancia diferente se respira respecto al año pasado, pero la errónea praxis que provocó las doctrinas del cagómetro primero y el canguelo después obligan a guardar silencio. Sería de completo tarado volver a desenterrar esta gilipollada.

El Atleti hizo su ofrenda anual al Real Madrid. Desvirgó al Barcelona liguero y le hizo un favor a la emoción. Sus mejores partidos son contra el Barça y los peores contra su vecino. Es ley de vida futbolítica. Efecto que ningún atlético puede explicar, pero que se repite cada temporada. Y aunque las bajas ahogaran a los azulgrana lo cierto es que el Atleti lo bordó, porque Quique también sabe de esto. El que no tiene ni idea es Iturralde, o no quiere tenerla. Se hizo el aturdido en lo de Maxwell. Casualidades pocas. Luego intentó arregrarlo no pitando la cesión del final para que no se notara tanto. O eso parecía. No siempre se les puede salvar el culo de esta manera a los del kilómetro seiscientos. Ahora la Champions. Después de Riazor, toca romper el maleficio de los octavos. Otro año de la marmota sería insoportable.